¿Duermes bien por la noche? ¿Te despierta el dolor de espalda o te levantas por la mañana con dolor articular? En muchas ocasiones puede que los culpables de este problema sean el colchón o la almohada con la que duermes. Pero, si ya has probado en cambiarlos y sigues con molestias, es probable que tu postura durante el sueño no sea la más adecuada. ¡Te contamos qué debes hacer ante esta situación!
Vivir con dolores no es nada agradable. A pesar de haber descansado y haberte ido a la cama en perfecto estado, a la hora de salir de ella empiezan los problemas. Sientes agarrotados los brazos, te cuesta ponerte en pie, las rodillas se bloquean… Son muchas las razones por las que las mañanas pueden ser el mayor enemigo de tus articulaciones aunque, a priori, estas estén sanas.
En primer lugar, aconsejamos acudir a un profesional para que trate tus dolencias desde el origen y evitar que empeore. En segundo lugar, presta atención a los siguientes párrafos para que corrijas todo aquello que no hagas correctamente a la hora de dormir:
DORMIR DE LADO
El colchón y la almohada deben cumplir los requisitos necesarios para que la columna quede completamente alineada al estar tumbado de lado. Con el mismo fin de alienar la columna y no generar desequilibrios ni tensiones musculares en la pelvis y zona lumbar, debes colocar una almohada anatómica entre tus rodillas.
DORMIR BOCA ARRIBA
Igualmente, el colchón y la almohada deben garantizar la correcta alineación de la columna. Una buena opción para evitar molestias es usar una almohada debajo de los huecos poplíteos (quedando las rodillas ligeramente flexionadas) y evitar el aumento de la curvatura lumbar, así como tensionar toda la cadena muscular posterior.
DORMIR BOCA ABAJO
Esta posición es la peor postura que se puede adoptar durante el sueño por varias razones:
- Cervicales, músculos y ligamentos de la columna vertebral pueden verse en tensión.
- Afecta a los discos invertebrales. Al estar en constante tensión, no pueden recuperarse e hidratarse durante las horas de sueño y puede desembocar en una protusión discal.
- Al tener la cabeza girada hacia un lado, se ejerce una presión excesivamente prolongada sobre la mandíbula, los músculos y nervios masticatorios. Esto puede derivar en una maloclusión, que en una persona que ya tenga problemas de ATM serán nefastos.
- No permite la apertura completa de la caja torácica. Consecuentemente no se llenarán correctamente los pulmones y no se oxigenarán debidamente todos los tejidos del cuerpo.
- El diafragma estará aplastado y soportando todo el peso del cuerpo, por lo que no podrá liberar toda la tensión acumulada durante el día y su movimiento se verá afectado. Si la movilidad diafragmática no es la adecuada, se verán alteradas las funciones digestivas, renales e intestinales.
- Ejerce mucha presión sobre la curva fisiológica lumbar, lo que produce una gran tensión sobre los discos intervertebrales lumbares favoreciendo la aparición de lumbalgias.
¿Qué recomendamos en CECOTEN?
Es muy complicado controlar todas las posturas que se adquirieren a lo largo de la noche, pero debes intentar que en su mayoría sean lo más adecuadas posibles.
Si estás acostumbrado a dormir boca abajo no será fácil cambiar tu hábito, pero después de un tiempo lo conseguirás.
Desde CECOTEN recomendamos a nuestros pacientes que intenten dormir en una postura lo más correcta posible, aunque a lo largo de la noche se muevan. Con el tiempo garantizamos una mejoría en la calidad del sueño y del estado de salud general.
Además, visitar al profesional que pueda realizar un chequeo y dar con el origen, evitará que el problema vaya a más. Si lo deseas, puedes llamarnos y pedir tu cita para una valoración al 922 985 522 o hacerlo a través de nuestro formulario web