¿Llevas tiempo corriendo sintiendo dolor de rodillas? Si la respuesta es SI, y estás o has experimentado en algún momento cierto dolor, concretamente por la zona de la rótula, sigue leyendo este artículo.
Debes saber que este dolor no sólo se limita a correr, ejercicios como las sentadillas o el simple hecho de sentarte y levantarte de la silla puede reactivar este dolor. Pero, ¿a qué se debe? ¿Qué solución tiene?
Posibles causas del dolor de rodillas al correr
¿Sabías que esta dolencia es más común en mujeres runners que en hombres? Su aparición puede estar causada por irritación de los tejidos suaves o del revestimiento de la articulación, así como una erosión en el cartílago o una luxación de los tendones. Además, esta dolencia puede ser causada por:
- Sobreesfuerzo de las rodillas.
- Un golpe o fractura en la rótula.
- Dislocación total o parcial de la rótula.
- Pies planos.
- Mal estiramiento previo al entrenamiento o no usar calzado adecuado.
- Artritis.
- Síndrome de la plica sinovial, el cual genera una inflamación en la membrana de la articulación.
¿Cómo curar un dolor de rodillas?
Antes el primer síntoma, lo más recomendable es acudir al médico para poder saber cuál es la causa de tu dolor y la gravedad del asunto ya que, en ocasiones, se puede llegar a precisar de intervención quirúrgica. Sin embargo, lo más probable es que el tratamiento consista en lo siguiente:
- Reposo: Evita cualquier tipo de esfuerzo sobre la rodilla mientras intentas que se recupere.
- Aplica frío para reducir la inflamación y el dolor en tandas de 30 minutos.
- Comprime la zona de la rodilla para evitar un aumento del hinchazón con algún tipo de vendaje elástico. Lo ideal es que esto lo haga un profesional, ya que es importante no apretar tanto que se te inflame la parte baja de la rodilla.
- Eleva la pierna cuando estés sentado o tumbado para, de nuevo, evitar un crecimiento de la inflamación. Si tienes la rodilla inflamada, colócala elevada por encima del pie, a una altura superior a la del pecho.
- Si el dolor persiste, puedes tomar ciertos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno o aspirina, siempre que tu condición médica personal lo permita.
Cuando el dolor de rodillas remita, no es recomendable que vuelvas a entrenar directamente con la misma intensidad que lo hacías antes. De hecho, es muy común que tras pasar por una dolencia significativa, necesites acudir a un centro de rehabilitación. Allí el especialista te podrá recomendar una serie de ejercicios con los que volver a coger fuerza con los músculos y conseguir un rango de movimiento completo.
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