La traumatología y ortopedia infantil se ocupan de tratar las lesiones y trastornos músculo-esqueléticos de los niños y adolescentes. Convirtiendo el proceso en singular ya que estamos tratando con cuerpos que todavía están en desarrollo.
Por lo tanto no podemos tratar una lesión, de la misma manera en adultos y niños o adolescentes. Por este motivo, las lesiones traumatológicas o los defectos ortopédicos deben ser abordados por especialistas.
Antes de seguir con las singularidades de estas enfermedades, cómo deben ser tratadas, los casos más frecuentes o que tipos de tratamientos se utilizan; paremos un segundo a explicar las diferencias, entre la traumatología y la ortopedia.
¿En qué se diferencian la Traumatología y la Ortopedia Infantil?
La traumatología y la ortopedia infantil se diferencian en que la primera, se encarga de las patologías asociadas a roturas o distensiones (traumatólogo infantil) y la segunda se encarga de las deformidades y enfermedades óseas (ortopeda infantil). Esta es básicamente la diferencia entre las dos especialidades.
¿Cuales son las lesiones infantiles más frecuentes?
Los ejemplos más frecuentes de ortopedia infantil, entre otros, son las deformidades de los pies, las alteraciones de la marcha y la displasia de cadera. Estos problemas pueden ser hereditarios, congénitos o adquiridos.
A su vez en la traumatología las lesiones más frecuentes son las que están relacionadas con la práctica de deportes. Lo que vienen a ser, los esguinces (tobillo, rodilla), las fracturas (brazos y piernas) o contusiones (hematoma).
Veamos con más detenimiento los tipos de traumatismos y la importancia de un diagnóstico precoz cuando tratamos a infantes, ya que obteniendo un tratamiento a tiempo evita mayores complicaciones y una recuperación más rápida.
Patologías tratadas por especialistas en traumatología y ortopedia infantil
Las patologías tratadas por un ortopeda infantil se centran en las siguientes:
- Deformidades de Columna: hipercifosis (arqueamiento de la espalda) y escoliosis (desviación progresiva lateral), rodillas varas (hacia fuera) o rodillas valgas (hacia dentro), pie plano o pie cavo.
- Alteraciones de la marcha (diferencia de longitud de miembros inferiores) o angulares (miembros inferiores).
- Displasia de cadera.
Las patologías tratadas por un traumatólogo infantil se centran en las siguientes:
- Fracturas – tobillo, muñeca, brazo, tibia
- Epifisiólisis – fractura del cartílago de crecimiento (fisis)
- Esguinces – tobillo, muñeca, rodilla, codo
- Luxaciones – desplazamiento de las articulaciones
- Rotura de fibra muscular – elongación (fatiga muscular intensa o a fuertes traumatismo)
- Hematomas – músculo choca en contra del hueso y a una pequeña rotura
- Contusiones – mismas causas que un hematoma pero de mayor gravedad
- Tendinitis – lesión de los tendones (inflamación del tendón)
Como vemos, muchas de estas patologías son también frecuentes en los adultos. Sin embargo, no se puede tratar la misma lesión de la misma forma en adultos y niños. El cuerpo de los niños está en movimiento constante, su piel es más fina y tiene más huesos que el del adulto. Por eso las lesiones traumatológicas de los niños deben ser tratadas por un ortopeda y un traumatólogo infantil.
¿Qué tipo de tratamientos existen para estas enfermedades?
Los especialistas en ortopedia y traumatología infantil utilizan los siguientes tratamientos con más frecuencia:
- Calzado infantil adecuado para que el pie pueda continuar con su función. El calzado debe ser flexible para no comprimir el pie; que no permita el deslizamiento o bloqueo de la suela y que tenga un coste aceptable para los padres. A esto se le puede sumar, un calzado especial o la adaptación de soportes plantares (plantillas), protecciones especiales o alzas.
- La fisioterapia: métodos de tratamientos físicos que implican, entre otros: la manipulaciones, ejercicios, posicionamientos, estímulos o masajes. Todos estos tratamientos son siempre supervisados por un profesional de la fisioterapia, que pondrá en práctica lo que el rehabilitador médico haya indicado.
- Ortesis: son lo que comúnmente llamamos, escayolas o tobilleras. El término técnico sería dispositivo externo utilizado para controlar la alineación, facilitar la función, corregir deformidades y proporcionar protección (férulas, soportes y corsés).
- Cirugía: esta forma de tratamiento en la ortopedia pediátrica, es utilizada como último remedio, cuando los métodos anteriores no han sido exitosos o no se han tratado ya que de antemano se conocía el resultado negativo.
Es bueno saber que todas las cirugías pediátricas, exigen una preparación especial del niño y una colaboración total por parte de sus padres o tutores. Es fundamental este tipo de respaldos para que todo vaya por el buen camino.
¿Hay algún tratamiento preventivo?
Como hemos podido observar en este artículo, la traumatología y ortopedia infantil son áreas bastante diferentes. La traumatología en los niños es impredecible ya que parte del aprendizaje del ser humano es caerse. Por lo tanto los tipos de prevenciones que se pueden hacer en este tipo de situaciones es, abordar esta fase con la mayor seguridad posible. Si el niño va a montar en bici, el casco es fundamental, si además podemos poner rodilleras y codilleras; mejor.
Por el lado de la ortopedia, muchos de los casos son de tipo genético o generativo. Por lo tanto estas patologías sólo pueden ser atacadas preventivamente, teniendo toda la información posible. A su vez tener:
- Un equipo médico especialista de confianza que haya seguido el historial del niño desde el inicio, conociendo los síntomas presentados.
Por parte de los padres y familiares su labor preventiva debe ser:
- Cerciorarse de que no hay antepasados con este tipo de patologías. Si los hubiera, el deber de los padres será poner al especialista médico de confianza al corriente, pudiendo él tomar las decisiones más beneficiosas para el futuro bebé con todas las armas posibles.