Aunque no lo parezca las lesiones traumatológicas infantiles son bastante frecuentes. Por ello, el dolor de cadera en niños es algo habitual y, dependiendo de la edad de éstos, puede ser más o menos fácil de diagnosticar.
Los niños de 5 años en adelante son más conscientes a la hora de definir un dolor o un golpe cuando lo sienten o se lo dan. Sin embargo, en el caso de los bebés es una tarea más complicada conocer lo que les sucede porque no pueden explicarse. En este artículo te explicamos las causas que suelen originar con mayor frecuencia las lesiones de cadera en los más pequeños y cómo tratarlas.
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Las causas del dolor de caderas en niños
Las caderas son una articulación esencial en el desarrollo del niño durante su crecimiento. Además, son una parte del cuerpo que utilizan durante toda la etapa del crecimiento ya que mueven las caderas para gatear, caminar, estar sentados e incluso pararse. Son una articulación compleja que funciona con la acción de diversos músculos, ligamentos y huesos. Por ello, es algo común que los niños se lesionen esta zona del cuerpo.
Cuando la cadera se lesiona produce limitaciones de movimientos y esto durante el crecimiento es muy importante. Los signos de alerta frente a los que los padres deben estar atentos son principalmente el dolor pero también si el niño presenta dificultades al moverse como una ligera cojera.
El dolor de cadera se caracteriza por localizarse en la zona de la ingle además de en la propia cadera. En ocasiones también irradia hacia la rodilla y el muslo. Este dolor puede tener varias causas entre las que destacan estas:
- La sinovitis transitoria de cadera. Esta patología es la que se da con mayor frecuencia en los niños. Normalmente no requiere de un tratamiento específico sino el alivio sintomático del dolor ya que se trata de una enfermedad transitoria que se caracteriza por la inflamación benigna de la cadera.
- La epifisiolisis de la cabeza femoral. Otra causa de dolor de cadera puede ser la separación de la epífisis de la cabeza del fémur, es decir, son lesiones en los cartílagos de crecimiento de la cabeza femoral que forma la cadera. En la mayor parte de estos casos el tratamiento debe ser quirúrgico.
- La displasia congénita de cadera. Se trata de una enfermedad congénita que, por tanto, existe desde que nace el niño. La cabeza femoral de la cadera no se adapta de forma correcta al hueco del hueso donde debe insertarse denominado acetábulo.
- La enfermedad de Perthes. Esta patología se caracteriza por la necrosis de la cabeza del fémur, es decir, por su destrucción debido a la falta de riego sanguíneo porque no le llega suficiente sangre.
- Traumatismos. Son los golpes que pueden darse los niños por diversos motivos y puede generar dolor en la cadera. No obstante, normalmente no producen patologías graves. Lo más habitual es que se den inflamaciones temporales de la zona y, en algunos casos, fracturas de cadera que también pueden tener buen pronóstico.
- Una anteversión del hueso del fémur. Se trata de una rotación que sucede en la cabeza del fémur hacia el interior. Suele mejorar a medida que el niño crece porque su aparición tiende a darse sobre los dos o tres años de edad.
- Artritis séptica u osteomielitis. Se trata de infecciones de la articulación o la cabeza femoral de la cadera. No son patologías frecuentes pero cuando se dan pueden resultar graves por lo que es necesario tratarlas lo antes posible.
¿Cómo tratar las lesiones de cadera infantiles?
Las lesiones de cadera de los niños requieren un diagnóstico certero de la mano de un traumatólogo especializado en las patologías traumatológicas infantiles. Por ello, antes de pensar en un tratamiento adecuado es conveniente llevar al niño a un especialista en Traumatología Infantil para que determine el origen de su patología. De esta forma, el traumatólogo posteriormente le indicará el mejor tratamiento en su caso.
Para diagnosticar una lesión de cadera en niños además de la exploración física que realiza el médico en su consulta se suelen llevar a cabo pruebas de diagnóstico como:
- Ecografías.
- Radiografías.
- Resonancias magnéticas o TAC.
- Análisis de sangre.
Si ves que tu hijo se queja mucho de dolor en la zona de la cadera puedes acudir a nuestra Consulta Especializada en Traumatología Infantil para valorar su caso. En CECOTEN, tu clínica de Traumatología en Tenerife, podemos ayudarte. Puedes llamarnos al o solicitar cita aquí.
