A la mayoría de los niños en fase de crecimiento le pueden aparecer dolores en las piernas, brazos o una parte de la espalda. Generalmente ocurre al finalizar un deporte y relajarse, o bien durante la noche. Se trata de dolores que duran alrededor de unos minutos y que son bastante molestos para ellos. No obstante, suelen ser benignos y remiten con el tiempo, unas seis semanas aproximadamente, aunque pueden volver a repetirse durante la infancia.
¿Qué son los dolores de crecimiento?
Entre el 10% y el 30% de los niños en edad escolar y adolescentes sufren dolor de crecimiento en algún periodo de su vida, el síndrome afecta a menores de edad entre los 3 y los 14 años, sin embargo, en las niñas se puede extender a los 16 años y en varones hasta los 18. Por lo general, ocurren cuando los niños tienen entre 3 y 5 años o entre 8 y 12 años. En la adolescencia, la mayoría de los niños ya no tienen dolores de crecimiento.
En realidad, estos dolores que se quejan los niños no vienen de los huesos, sino de los músculos. Se trata de dolores que padecen en la etapa de crecimiento, y son bastante frecuentes.
NO ES UNA PATOLOGÍA , se trata de un diagnóstico de exclusión, es decir, aquel que se da cuando se ha descartado que existan otras complicaciones o patologías más graves. Los dolores que en principio se consideran benignos son simétricos, erráticos, un día tienen lugar en una rodilla, y otro en la espalda, por ejemplo. No se encuentran siempre en el mismo segmento del hueso y ocurren en una pierna o en la otra.
*Otra cosa es cuando el niño se queja siempre del mismo sitio. Entonces habría que ver si hay un aumento en el volumen de la zona, o si hay fiebre por ejemplo. En estos casos habrá que proceder con otras pruebas para descartar que se trate de otras complicaciones mayores.
¿Cómo pueden mejorar este tipo de dolores?
Este tipo de dolores pueden mejorar con la aplicación de hielo, reposo deportivo, estiramiento o mediante fármacos, siempre bajo prescripción médica.